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Tendencias sostenibles en movilidad eléctrica

Rishi Sunak canceló recientemente el tramo norte del HS2, el tren de alta velocidad británico. Es comprensible que muchos británicos estén descontentos con la decisión y sientan que la “Gran Bretaña global” se está convirtiendo rápidamente en el “B-Team Britain”.

Pero a un costo de £307 millones por milla, el proyecto era simplemente demasiado caro para justificarlo. En este artículo analizaré por qué la lentitud se está convirtiendo en la nueva sostenibilidad para trenes, aviones y automóviles. Trenes: Tome el tren de medianoche. Los trenes de alta velocidad son geniales pero caros.

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Descubre las últimas tendencias sostenibles en movilidad eléctrica

Los cálculos del Financial Times muestran que el proyecto HS2 costaría £91 mil millones antes de que Sunak desconectara la ruta norte a Manchester. Los gobiernos que piensan que los megaproyectos son ganancias rápidas deberían leer a Bent Flyvbjerg sobre los megaproyectos: “Sobre el presupuesto, a lo largo del tiempo, bajo los beneficios, una y otra vez”.

Flyvbjerg afirma que, en promedio, los proyectos ferroviarios están un 44,7% por encima del presupuesto y un 51,4% por debajo de la demanda. Los nuevos proyectos ferroviarios de alta velocidad son más adecuados para distancias superiores a 300 km y se construyen en zonas de baja densidad donde los costos de compensación del suelo se mantienen bajos.

La necesidad de pagar a la gente para que abandonara sus hogares contribuyó en gran medida al aumento vertiginoso de los costes del HS2. Estados Unidos tiene planes para cinco proyectos ferroviarios de alta velocidad que ayudarían a reducir el tráfico y los vuelos de corta distancia. El más ambicioso de ellos es el plan para conectar Los Ángeles y San Francisco con una ruta de 800 kilómetros, que costará aproximadamente 128 mil millones de dólares.

Los votantes aprobaron el proyecto en 2008 y la construcción comenzó; Pero si el gobierno federal no interviene con más recursos, no alcanzará su alcance total. Debido al coste de construcción y mantenimiento de la línea, los billetes de tren de alta velocidad siempre son más caros que los billetes de avión para la misma ruta.

En el caso de los aviones, los costes de infraestructura sólo surgen en el momento del despegue y el aterrizaje; el resto es gratis. Los gobiernos deberían subsidiar los trenes de alta velocidad y restringir los vuelos de corta distancia cuando exista una alternativa ferroviaria, como es el caso de Francia. Pero también existen excelentes alternativas a los vuelos de larga distancia.